No es sano ni para tu cuerpo ni para tu mente que:
– Estés todo el día pensando en comida.
– Te prohíbas juntarte con tus amigos porque va a haber comida.
– No puedas disfrutar de la comida por la culpa.
– Te limites en consumir ciertos tipos de alimentos.
– Tengas la necesidad de compensar a través de ayunos, vómitos, o actividad física excesiva si un día comes más de lo habitual.
– Te cause un miedo terrible subir de peso.
– Hagas mil dietas todo el tiempo.
– Te peses más de 5 veces por día.
– Te mires cada dos segundos al espejo.
– Te la pases contando calorías.
– Te compares todo el tiempo con cuerpos de otras personas.
Si te has sentido identificada/o en alguna de estas frases, tal vez sea un buen momento para pedir ayuda
Hoy puede ser un hermoso día para elegir tu recuperación Desde este lado, el equipo de Nutriendo Hábitos te espera para acompañarte amorosamente en un proceso de cambios