El estado de ánimo, el estrés y las emociones juegan un papel crítico en la elección de los alimentos al momento de comer.
Es sumamente importante cambiar el hábito de comer emocionalmente, ya que inevitablemente conducirá a tener sobrepeso u obesidad y en otros casos, a desarrollar otros trastornos alimenticios que perjudiquen a la salud.
Si se detecta que este hábito está fuera de control y se come compulsivamente, se debe pedir ayuda nutricional y psicológica, dado que debe ser tratado de forma personalizada por un especialista.